Cuidados de las Lentillas

Cuidar tus lentillas es fácil, pero hay algunas pautas importantes a seguir. La rutina básica de cuidado de las lentillas suaves incluye limpieza, enjuague y desinfección.

Lávese bien las manos para evitar transferir suciedad y bacterias a los ojos. No utilice jabones hidratantes ya que no son aptos para lentillas. Seca tus manos con una toalla sin pelusa.
Retirar un lente y limpiar con una solución recomendada. Las lentillas suaves requieren una solución adecuada para lentillas suaves.

La limpieza elimina los residuos, la acumulación de proteínas, las sustancias cosméticas y cualquier otro material que se haya adherido a la lente. Se recomienda que frote la lentilla en la palma de la mano con unas cuantas gotas de solución, aunque utilice una solución sin frotar. Enjuague la lente de nuevo para eliminar cualquier residuo restante. El lavado es un paso importante que no debe pasarse por alto.

Coloque la lente en su funda y llénela con solución fresca. Siempre debería llenar la funda de la lente con una solución nueva, en lugar de añadir una solución nueva a la solución existente que ya existe en la funda de la lente. Haga el mismo procedimiento con la segunda lente. No exponer las lentillas en el agua del grifo, embotellada, destilada, fresca o salada.

Siempre debes seguir los consejos e instrucciones de tu Oculista y sustituir tus lentillas según el horario establecido por tu Oculista. Si tus ojos se vuelven rojos, irritados o sientes molestias, debes quitarte inmediatamente las lentillas y consultar a tu oftalmólogo.